martes, 30 de agosto de 2016

Siempre en mi corazón


Marina Siordia López

Tenía diez años cuando me dieron la noticia de que mis padres habían fallecido. Mi vida en esos días había sido difícil. Comprendí que no tenía amigos, que mi vida era y siempre sería diferente a la de los demás.

Regresé de la escuela con la cara en alto, feliz, demostrando que mi vida seguiría pasara lo que pasara. Tenía solo a mi tía conmigo, hasta que el juez dio la orden de que me llevaran a un orfanato. Mi tía no tenía dinero para mantenerme. El Juez fue muy claro cuando mencionó que con ella no tendría una buena calidad de vida. 

Llegué al orfanato. Todos los demás niños me observaban con gestos feos, como si no quisieran que estuviera viviendo ahí. El primer día de clases fue muy difícil, nadie me ponía atención. No tenía amigos con los que pudiera platicar y jugar.

La primera persona a la que le hablé fue Karla. Me respondió con una voz gruesa, con cara de desagrado y rápidamente me dijo:

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me hablas?

—Pensé que tal vez podríamos ser amigos —respondí con voz amigable y dulce.

Karla se dio media vuelta, se fue caminando con un paso firme y decidida a no volver. Desde ese momento jamás me la volví a encontrar, que yo recuerde.

Volteé a la puerta. Vi a un niño sentado en la esquina solo, con un gesto deprimente. Fui caminando hacia él, y todavía recuerdo lo primero que le dije:

—Hola, ¿cómo te llamas?

—Eduardo, ¿y tú?

—Isaac.

Fue el comienzo de la amistad más perfecta de mi vida. El único defecto que notaba en él era que hablaba diferente, usaba palabras muy poco comunes; pero lo que me importaba era que le entendía, por lo menos.

* * *  

Acababa de cumplir dieciocho años. Eduardo se había convertido en un hermano para mí, superábamos todo juntos. Un domingo en la noche me confesó su mayor secreto; no me lo había contado durante los ocho años que llevábamos siendo amigos, y era la hora de que me lo confesara.

—Isaac, tengo algo que decirte y esto no es cura. 

—¿De qué se trata?

—Tengo un defecto en el corazón —me contestó con una lágrima cayendo de sus ojos.

En ese instante lo abracé muy fuerte. Le dije que eso no cambiaría nada sobre el aprecio que le tenía, que cuando llegara la hora él seguiría viviendo en mi corazón (al decir que tomaría bien la parte de su enfermedad no hablaba en serio; jamás pensé en vivir sin él a mi lado como todos los días durante esos ocho años). 
                                                                                                
Y era hora de que Eduardo y yo, al cumplir los dieciocho, teníamos que abandonar la casa hogar. Nos despedimos de todos, de las madres de la caridad del orfanato.

—Chicos, los criamos hace ocho años, crecieron junto a nosotros, y nunca los olvidaremos --nos dijeron las religiosas con un conmovedor y hermoso tono de voz.

Rentamos un departamento. Pasaron unas semanas y vivíamos felices. Buscábamos un trabajo. Yo estaba estudiando medicina en la universidad y Eduardo contabilidad. Teníamos sueños muy grandes, que, claro, queríamos seguir compartiendo.

Un día me levanté tempra (una palabra que Eduardo me había enseñado). Fui rápidamente a su cama, lo traté de levantar, pero no reaccionaba, no hacía ningún movimiento. Le revisé el pulso y fue cuando me di cuenta de que ya no se encontraba con vida.

Corrí desesperadamente a pedir ayuda. Agarré el teléfono, llamé como loco a emergencias. Llegaron quince minutos después. Mi mente no reaccionaba a lo que estaba pasando. Respondí algunas preguntas del paramédico sobre Eduardo; ahí fue cuando recordé acerca de su enfermedad del corazón.

Después de ir a darles la noticia a sus conocidos, me detuve un momento a ver las estrellas. Pensé sobre todo lo que él había hecho por mí, que me ayudó a superar la pérdida de mis padres, mis derrotas, el haberme quedado solo y sin casa. 

Me dirigí a la iglesia a rezar por él. Primero platiqué con el padre sobre mis pecados, luego me hinqué y oré porque Eduardo llegara al cielo rápido y feliz.

Volteé a un lado. Estaba una joven muy linda. Me acerqué y le dije:

—¿Qué hace una muchacha tan bonita como tú aquí sola?

—Todos los días vengo —contestó.

—¿Quieres que te acompañe? —le pregunté.

—Claro —respondió con una sonrisa.

—Me llamo Luz.

—Yo, Isaac.

Estuvimos tres años juntos. Nos habíamos vuelto novios. Ella iba a estudiar derecho en la misma universidad que yo. Nos veíamos todos los días. Estaba seguro de que era el amor de mi vida; sabía qué era lo que tenía que hacer para estar con ella toda mi vida, y lo hice.

Fuimos a un restaurante italiano, su favorito. Me paré, le expresé todas las cosas que amaba de ella y me hinqué.

—¿Te casas conmigo? —le pregunté con una gran seguridad.

—¡Claro, Isaac --respondió con amor y felicidad.

Comprendí que la gente que más necesitas llega en el peor momento de tu vida para cambiarla por completo. La vida me ha quitado muchas cosas y también me ha dado las mejores.


viernes, 19 de agosto de 2016

Un interesante viaje al CICESE

Carla Montserrat Hernández Sández

Nuestro viaje empezó a las 4:40 de la mañana. Para poder ir hacia Ensenada, pasamos por La Rumorosa –que, por cierto, me dio mucho miedo pasar por ahí, pues está muy alta y siento que me caigo y me da vértigo. 

Después de unas dos horas por la carretera fuimos a parar, en Tecate, a un Círculo K, para estirarnos y comprar algo si teníamos hambre, o también para que fuéramos al baño. Y seguimos con nuestro viaje hacia el CICESE (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada). 

Pasamos por Tijuana –que tampoco me gusta mucho esa ciudad, porque hay mucha corrupción y me desagrada mucho el lugar, y también me da miedo. 

Cuando llegamos a Ensenada fuimos directamente al CICESE. Nos bajamos de los autobuses y esperamos a un guía, que nos llevó a un salón donde nos dieron una plática sobre la sismicidad y los tsunamis.

Nos explicaron la causa por la que estábamos ahí: por un programa que tenían llamado Pelícano. La guía nos dijo que un investigador nos iba a ofrecer una plática sobre el tema que estábamos viendo en la escuela. 

Cuando llegó el investigador, nos mostró un video sobre lo que el CICESE estudia, que son: la oceanología, la ciencia, la física y la química. También el video trataba sobre el desarrollo sustentable y la explotación del petróleo, entre otros temas. Después nos puso una serie de diapositivas sobre la sismicidad y cómo tienes que actuar en caso de un temblor. 

También habló sobre los tsunamis y sobre un aparato llamado sismógrafo, que registra los sismos y va calculando la magnitud de éstos, dependiendo de la escala de Richter y también su duración. Estuvo muy interesante. 

En cuanto terminó la plática le agradecimos por habernos invitado y él nos contestó que le gustó mucho que hubiéramos ido. Antes de que todos saliéramos los maestros nos dijeron que íbamos a ir a un viñedo que se llama L.A. Cetto, y que después iríamos a comer, antes de regresarnos a Mexicali.

En el viñedo, mientras esperábamos a un empleado, los maestros nos dejaron ir al baño o a pasear por ahí, pero no muy lejos, ya que nos podían hablar en cualquier momento. Después nos dieron un recorrido por las instalaciones y nos explicaron el proceso de elaboración de vino.

Me pude dar cuenta de que hay diferentes tipos de uvas para hacer vino. El guía nos dijo cuánto tarda en añejarse y nos mencionó que en ese lugar se realizan las Fiestas de la Vendimia, que, por cierto, siempre están bien y ese año no fue la excepción.

Después de haber conocido todo el viñedo y sus instalaciones, Mickey nos avisó que íbamos a ir a comer a un restaurante llamado La Casa de Doña Lupe. Nos dijo que era un restaurante italiano donde servían pastas, pizzas, etcétera. Ahí pedí una pizza, junto con Axel y Elvira, que sabía rica.

Todo el viaje estuvo bien, hasta que a mis queridísimos compañeros se les ocurrió la brillante idea de empezar a hacer un desastre, que después se convirtió en una guerra de comida y otras cosas. Mickey y la teacher Cuqui nos regañaron a todos por lo que pasó y después se lo informaron al director, o eso creo. 

Ya todos nos subimos al camión. Estábamos a punto de partir cuando la dueña del restaurante se subió a hablar con nosotros, al igual que hizo con los alumnos del otro camión. Yo me sentí muy mal por lo que muchos de mis compañeros hicieron. 

Salimos de Ensenada, pasamos por Tijuana, pero antes de salir de Tecate algo le había pasado a nuestro camión, y también al otro. Nuestro problema se solucionó rápido, pero al otro camión se le había ponchado una llanta; por lo tanto, tuvieron que ir a una llantera y nosotros los tuvimos que esperar. Duramos ahí como una media hora o más.

Luego vino un nuevo camión para que nuestros compañeros se subieran. Nos fuimos al Hongo, para poder salir y caminar un poco, y para que otros hicieran sus necesidades. 

Seguimos el regreso hacia Mexicali. Durante todo el camino algunos compañeros se pusieron a contar historias de terror. Llegamos a la escuela como a las nueve y fracción. 

¿Una nueva Maléfica?


Ángela Ivana Medina Verdín 

"¿Maléfica será feminista?", conducido por Daniela Villegas –producido por Revolución 3.0 en 2014 y publicado el día 16 de mayo de ese año, con duración de 3:31 minutos–, es un video persuasivo que nos plantea la teoría de si la nueva versión de la historia de "La Bella Durmiente", Maléfica, tendrá un enfoque feminista, y nos persuade de ir a verla al cine cuando ésta se estrene. 

Haciendo una introducción con un vistazo al nuevo avance de la película, la conductora nos presenta su análisis sobre la cinta.

La comentarista inicia comparando la nueva versión con la anterior y prevé que aquélla tendrá, al parecer, el mismo final que ésta, pero le dará un nuevo enfoque a Maléfica, pues, al contrario de la versión original –en la que todo comienza por que la mujer no fue invitada a una fiesta–, el personaje adquirirá su maldad por el enojo de sus alas y libertad arrebatadas. Menciona también que, de entrada, en el tráiler el personaje de Maléfica (interpretado por Angelina Jolie) se muestra muy imponente y se especula incluso una alianza entre ella y la princesa.

Otro de sus argumentos se basa en que la guionista de la película, Linda Wulberton, se espera que esté preparando una versión más profunda que dos mujeres peleando (hada malvada contra princesa gentil), rompiendo con esto lo esperado en una sociedad patriarcal. 

El audio no es de muy buena calidad al principio, cuando se muestra el tráiler. Sin embargo, se vuelve claro al empezar Villegas a narrar, aunque no es muy persuasiva con su tono de voz. No hay música de fondo cuando la conductora habla, lo cual es bueno, porque no distrae la atención del oyente.

En los aspectos visuales no hay muy buen diseño. El video mostrado al principio no es de buena calidad y cuando aparece la conductora la cámara debería de estar más abajo. Villegas no mira directamente a la cámara al hablar, lo cual distrae. La iluminación sí es la adecuada. La imagen es de buena calidad, aunque no es profesional.

En conclusión, el contenido del video es bueno, pero la calidad de imagen, la inseguridad de la conductora y el video del principio disminuyen la calidad total del video. Éste cumple su propósito, pero podría ser mejor. 

jueves, 18 de agosto de 2016

El tesoro del parque


Luis Carlos Larios Cota

Estaba con Juan, Miguel, Carolina y Mariana, aprisionados como rehenes, atrapados por esos malvados narcos. ¡Y pensar que el dinero solo lo querían para drogas, armas y no sé pa’ qué más!

Yo ahí temeroso, asustado, triste y enfadado, deseando que ese mal momento fuera únicamente un mal sueño, esperando a levantarme de la cama e ir con mi amá para consolarme y aguardar a que empezara un nuevo día.

Miguel, mi mejor amigo, se encontraba muy preocupado porque su familia de seguro lo estaban esperando para la comida, y su comida ya estaría muy fría. Bueno, eso era lo que él decía. Yo creo que sentía preocupado por su vida. Pero él es así: él nunca de los nunca admite que tiene miedo o que tan siquiera está un poquito asustado. Pero, aparte, sí es bastante comelón.

No podía creer que tantas cosas terribles estuvieran pasando en ese momento. ¡Y pensar que ese día había empezado como cualquier otro!

Un día antes desperté con muchas ganas de jugar con mis amigos y correr por el parque, ya que por fin empezaban nuestras vacaciones largas. Estaba listo para ir a comprar papas, sodas y muchas chucherías, y tenerlas listas para cuando llegaran mis amigos.

Saqué mi celular y llamé a Miguel. y también a Carolina, a Juan y a Mariana, quienes son mis más grandes amigos de la escuela.

Fui a la tienda a comprar lo que necesitaba para la reunión. En el camino me encontré a Miguel, con el que platiqué un buen rato sobre qué haríamos en las vacaciones, y qué tan emocionados estábamos porque en un par de meses entraríamos a la secundaria y nos despreocuparíamos para siempre de la escuela primaria.

Cuando por fin llegaron los demás empezamos a jugar a todo tipo de cosas, como videojuegos, los encantados, las trais, las escondidas, volibol, fútbol y a muchisisisisísimas cosas más. Después entramos a la casa, porque estábamos muy cansados; subimos a la azotea y ahí bebimos un poco de soda y nos comimos unos takis. 

Nos pusimos a esculcar qué había en los cajones de la azotea, a ver qué encontrábamos. Después de media hora hallamos algo muy interesante: un mapa que hablaba sobre un tesoro oculto en una vieja mina en la ciudad. El mapa indicaba que la entrada se ubicaba, para  nuestra sorpresa, en el viejo árbol del parque; pero decía que para entrar tenías que derrotar al gato, lo cual no entendí. pero sabía que lo averiguaríamos muy pronto. Así que nos pusimos de acuerdo. para que al día siguiente comenzáramos nuestra gran búsqueda del tesoro.   

La siguiente mañana todos nos reunimos en el parque y empezamos a tratar de descifrar el acertijo del mapa. Mientras pensábamos, me encontré un gato, pero me pareció muy ilógico ir y darle trancazos al pobre animal, así que ni le hice nada. Después de veinte minutos de pensar en el acertijo, Miguel se encontró dibujado en el árbol un juego del gato sin terminar, así que se le ocurrió que, si ganaba, podríamos descubrir la entrada secreta a la mina. Así lo hizo y nos sorprendimos al ver que sí funcionaba, pues se abrió un túnel en el árbol, y los cinco entramos por él.

Cuando nos introdujimos a la mina nos encontramos una gran área con dos carritos de mineros, unos cuantos lingotes de hierro y mucho carbón. Los cinco nos metimos en uno de los carritos y avanzamos por el túnel.

Al llegar al final nos encontramos con muchos otros túneles. Pero por suerte teníamos el mapa; lo seguimos al pie de la letra y alcanzamos exactamente nuestro destino: una sala que, para nuestra sorpresa, se encontraba vacía, con excepción de una gran roca con una puerta en el centro. Entre todos la abrimos y descubrimos el gran tesoro.

Estábamos por salir cuando nos topamos con un grupo de narcos que nos preguntaron cómo habíamos llegado ahí y para qué queríamos el tesoro. Como nadie contestó. nos capturaron y empezaron a meter el tesoro en maletas, además de burlarse de nosotros y contarnos qué harían con todo el dinero.

Nosotros estábamos muy asustados y no sabíamos qué hacer. No teníamos ni idea de cómo llamar a la policía o a nuestros padres sin que los cacos se dieran cuenta. Después de mucho rato de pensar, se me ocurrió que, mientras Miguel los distraía diciendo que tenía hambre, yo podría agarrar un celular y mandarle un mensaje a la policía, mencionando nuestra ubicación, para que nos fueran a rescatar. 

Así lo hicimos y todo salió muy bien. La policía llegó a tiempo y detuvo a los narcos. También llegaron nuestras padres, enojados pero felices, porque estábamos bien después de todo lo que había ocurrido.

Eso fue lo que me pasó estas vacaciones, y espero que a mí, Arturo, no me vuelva a pasar algo así nunca más. Aunque no estarían mal otros cien millones de dólares. Pero bueno…


La nueva década


Jesús Adrián Ham Grijalva

Entre el calor y temperatura
está Mexicali con su cultura,
en esta década aumentó la población,
como también su comprensión.

La nueva década mal inició,
debido a temblores y lluvias que arruinaron
edificios y casas que los gobiernos pagaron,
desilusionados a muchos dejó.

Esta época a Mexicali ha marcado,
ya hay obispo y gobernador,
y la Cervecería se ha incendiado,
que se presumía era la mejor.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Un día en la escuela

Wendy Kassandra Rodríguez Jiménez

Me despedí de mi tía Rossana adentro del carro y me bajé luego. Al llegar a la escuela, saludé a la prefecta en la entrada; le dije “Buenos días”, y ella me respondió lo mismo. Caminé hasta el casillero y cambié mis tres primeras horas de libros.

Sonó la primera campana para pasar a los salones y nos formamos en la explanada, como siempre. Estábamos todos los alumnos de la secundaria ahí parados, esperando a que nos pusieran los ejercicios físicos para empezar bien el día.

Después de que el profesor nos puso los movimientos, nos dijo que ya nos podíamos ir cada quien a su aula. Me dirigí al salón 8, en donde me tocaba entrar a la clase de historia. Subí las escaleras y entré, saludando a la profesora Bertha. Nos pidió que realizáramos una actividad y nos dedicamos a solamente trabajar.

En la segunda y la tercera hora nos tocaba la materia de ciencias (física), con el profesor Fernando Ruiz. Nos permitió hablar un rato con nuestros compañeros del salón, en lo que él revisaba en el pizarrón un video que nos tenía programado, sobre las galaxias. Empecé a platicar con Andrea Díaz, que se sientra atrás de mí; con Gina Mora, del mesabanco que está en la izquierda, y con Alejandra Beltrán, de la parte de enfrente. Platicábamos de una fiesta y la ropa que llevaríamos.

Luego tocó el timbre para salir a receso y nos cambiamos del salón 9 al 2, que es de matemáticas. Cuando dejamos nuestras mochilas fuimos a la cafetería de preparatoria, y al terminar de comer nos sentamos en una mesa a platicar.

Tocó el timbre de nuevo, y caminamos Andrea y yo al salón 2. Todos mis compañeros entraron al aula minutos después, y también el maestro Ely. Empezó a pasar lista en voz baja, porque nadie se callaba. Nos dejó trabajo en el libro y el cuaderno. 

El tiempo pasó y sonó el timbre. Me dirigí caminando con Andrea y Gina al salón 9 otra vez. Cuando entramos, Paty nos tenía un regalito: era un chocolate. 

En el transcurso de su clase de orientación, pedí permiso para ir al baño. Pero cuando regresé todos ya estaban saliendo de sus salones con sus mochilas, yéndose al salón de computación. Agarré mis cosas y también me fui a él.

Nos estaba esperando en la puerta la maestra Martha, y nos puso a trabajar en las computadoras que estaban por todo el salón. A mi lado no había nadie, porque soy la última, pero enfrente de mí se sienta Jonás, que tenía unos audífonos puestos.

La campana sonó para el segundo receso de quince minutos. Salí del aula con Gina y Andrea, y nos fuimos a sentar a una mesa circular blanca con bancas. Solo estábamos nosotras tres platicando.

Cuando se acabó el receso nos dirigimos a la clase de artes plásticas. Todos callados en el salón, y la profesora con el control del proyector que estaba arriba de nuestras cabezas en el techo, nos puso un video, del puntillismo. Toda la hora miramos el video, hasta que timbró.

Nos levantamos de los mesabancos, y con nuestras mochilas nos fuimos al salón 4. Unos compañeros iban al baño y otros al casillero. Cuando subí las escaleras para entrar, le dije al profesor: "Buenas tardes", y también me dijo lo mismo.

El maestro Carlos estaba enfrente del pizarrón esperando a que nos calláramos y después nos dio indicaciones de empezar con nuestra crónica. Hacer esto abarcó toda la hora, hasta que tocó el timbre y ya nos dijo que nos podíamos ir.

Eran las 2:50, hora de salir de la escuela. No fui al casillero, porque no tenía tarea, y entonces fui a la entrada, en donde estaba la prefecta y el guardia de seguridad con el altavoz diciendo mi nombre y que ya me estaban esperando. Y me fui corriendo hasta el carro blanco de mi tía.

Decidamos juntos


Laura Dariana Lizárraga Álvarez

"El agua: discutamos, pero decidamos...", de Javier Solórzano, es un video de concientización acerca del cuidado del agua, para decidir las posibles acciones para solucionar el problema. Basándose en la ejemplificación de Cancún, Aguascalientes, Puebla, México y Jalisco y en la explicación del porqué es necesario tomar importancia al tema, se aborda la privatización del agua. 

El video cuenta con un guion bien estructurado, con una buena investigación que no sale del tema y es relevante para el público; además el conductor da a conocer su tesis mencionando lo siguiente: “...el costo que tiene el tema del agua es un costo real, no tanto quizá por el costo mismo de un derecho que tenemos como parte de los derechos humanos, también tiene que ver con la manera de hacerla llegar”. 

Además, comenta que es de gran importancia realizar una discusión en el Senado junto a los ciudadanos, para así escuchar diferentes opiniones respecto al tema. 

Los recursos que se emplearon en la producción del video (por ejemplo, la voz del conductor bien grabada) fueron acertados, aunque el material de fondo en partes llega a llamar más la atención causando así distracciones que repercuten en el análisis de la información dada, pues el público se enfoca solo en eso y no llega a entender o escuchar lo que le dice el conductor.

A pesar de haber sido grabado en exteriores, la iluminación es aceptable durante todo el video, puesto que el rostro de la persona al habla nunca se desenfocó. Pero, regresando al punto anterior, los objetos de fondo no fueron los adecuados. 

El estilo que se utilizó fue el de las grabaciones actuales, tomadas por el mismo conductor, con la cámara captando solo de la parte superior del torso hasta poco más arriba de la cabeza. El hablante viste informalmente y proporciona hipótesis. 

Finalmente ubicaría este video como un buen material educativo sobre los medios, ya que se dan a conocer los acontecimientos que estaban ocurriendo en ese momento respecto al uso del agua. A mi parecer, la grabación es apropiada para cualquier público, y en específico para las personas interesadas en el tema.
 
Referencia

Javier Solórzano (productor), 2015. "El agua: discutamos, pero decidamos…", Javier Solórzano (escritor), javiersolorzano.com, duración: 4’48”. En Javier Solórzano, canal de YouTube de Javier Solórzano. Publicado el 10 de marzo de 2015. https://www.youtube.com/watch?v=lRqm635NvqU

martes, 16 de agosto de 2016

Vacío


Cristina Alexandra Velarde Ibarra

Siento que me ahogo
y no hay agua cerca
pero ya estoy en el fondo
de mis pensamientos

Soy como un cristal
actuando como acero
pero te diré la verdad...
siempre lloro sin parar

Las lágrimas fluyen
sin ningún aviso
sin importar
que yo no les dé permiso

No sé qué es peor
     el abismo
           o el hecho
                   de sentirte en el vacío



El gran concurso

Daniela Fernanda Durán Rodríguez

Nosotras llegamos temprano para cambiarnos y estar listas para las ocho en punto. Cuando ya nos encontrábamos preparadas, presentaron a las escoltas participantes de otras escuelas secundarias; la verdad eran bastantes.

Nuestra escolta era la segunda en participar. Al terminar la primera, seguíamos nosotras. La verdad estábamos muy nerviosas, había pocos padres apoyando a sus hijas. Pero, a pesar de tan poca gente, se sentía el ambiente algo tenso.

Al momento de hacer la rutina dimos lo mejor de nosotras seis. Todo ese esfuerzo, esas semanas trabajando duro, tenían que resultar en algo, tenían que dar fruto, teníamos que ganar un lugar.

Después de nuestra presentación pasaron otras escoltas. Y cada vez que una terminaba nos entraban los nervios, pues algunas lo hacían muy bien, pero otras no. Sin embargo, aunque había unas a las que no les salía bien, nos ponían demasiado nerviosas.

Una vez de que las escoltas pasaron, llegó la hora de la demostración de las bandas de guerra, con sus grandes tambores y sus brillantes cornetas amarillas. 

La primera banda de guerra fue la de la Secundaria Técnica Número 1. Luego siguió la participación de nuestra secundaria Instituto Salvatierra, con gran éxito; su demostración fue excelente.

Cuando terminaron las escoltas y las bandas de guerra, pudimos comer hot-dogs junto con los demás participantes.

Al finalizar la comida, se procedió a nombrar a los ganadores del primero, segundo y tercer lugares. En el último lugar quedamos nosotras, el Instituto Salvatierra; en segundo lugar el colegio CEIM, y en primer lugar la Técnica Número 4.

Nos sentíamos felices por haber obtenido el tercer lugar, pero un poco decepcionadas, ya que el año anterior habíamos obtenido el primero.

lunes, 15 de agosto de 2016

El desamor en Alfonsina Storni


Ivanna Mileny Grijalva González

“Y besabas mis manos con dulzura / y mirabas mis ojos con tus ojos / que mordían a veces de amargura”. Tres versos bastante fuertes que hablan un tanto de la realidad.

El poema de Alfonsina Storni titulado “¡Aymé!” es bastante deprimente y cruel; habla del desamor de una mujer que no sentía nada por una persona y al final terminó queriéndolo, pero él a ella ya no, por lo que lo llamó un amor no correspondido.

¡Aymé!” es un poema bastante doloroso, como lo expresa en el verso: “estaba el alma como dura roca”. En él trata de explicar cómo se sentía cuando su presencia le faltaba: en el total vacío. Éste es un claro ejemplo de símil.

“Toda palabra en ruego te fue poca”; aquí la autora trata de expresar cuánto le rogó, pero a él no le importó en lo más mínimo lo que ella le decía, o le parecía muy poco lo que ella trataba de expresar.

La autora deja en claro que al principio él sí la quería y era bueno con ella, pero ella no sentía nada hacia él, hasta que, al final, logró entender que lo amaba y terminó sufriendo, como lo dice en la metáfora: “pero el dolor cerraba mis oídos”.

“Yo no sentía nada… en el vacío / vagaba con el alma condenada / a mi dolor satánico y sombrío”. En este encabalgamiento expresa no tener sentimientos en lo absoluto por el gran dolor que tenía, hacerse ver cruel y sin interés alguno. Incluye el paralelismo: “besabas mis manos con dulzura / mirabas tus ojos con mis ojos”

La autora Alfonsina Storni en esta obra se hace ver dura y cruel en el amor, como si le fuera un tanto difícil amar; pero al final hace notar que terminó sufriendo de amor porque él ya no la quería y su amor ya no era correspondido.

Me encantó este poema porque habla sobre el desamor que causa uno mismo al no estar seguro de sus sentimientos. En muchas relaciones se ha dado ese tipo de situaciones de dolor y crueldad, y la autora nos da a entender que finalmente el karma actúa entre los dos.

Aunque exagera un poco en algunos versos, Alfonsina Storni expresa un tanto de realidad en sus palabras, al manifestar sus sentimientos. Es muy entendible y razonable su poema.


domingo, 14 de agosto de 2016

Una historia de superación: Lorenzo Flores Cabrera

El señor Lorenzo Flores Cabrera cuenta en esta entrevista sobre su vida, en que la constante ha sido la búsqueda de la superación: desde que abandonó su natal Nayarit, queriendo seguir estudiando, hasta la trayectoria que siguió en Mexicali.


Rubén Alejandro Guzmán Flores


¿Cuál es su nombre?
Lorenzo Flores Cabrera.

¿Cuándo y dónde nació?

Por acta de nacimiento nací el 11 de agosto de 1952, pero en realidad nací el 10 de agosto de 1952.

¿Cuánto tiempo lleva viviendo aquí?

Tengo 46 años viviendo en Mexicali. Vine desde Nayarit en 1968, porque en el rancho donde vivía nada más había hasta primaria y quería seguir estudiando.

¿Cómo se ha ganado la vida?

Desde que llegué, en 1968, empecé a trabajar en una llantera y también en una farmacia, y a estudiar. Desde 1971 entré a trabajar en el Seguro Social, en el área de contabilidad, y me jubilé en 2002.

¿En qué partes de Mexicali ha vivido?

En la colonia Loma Linda, en la colonia Pro-Hogar, en la colonia Nueva, en el fraccionamiento Hípico, y donde actualmente vivo, la colonia Cuauhtémoc.

¿Dónde estudió?

La primaria en Acaponeta, Nayarit, en la Escuela Rural Federal Lázaro Cárdenas; y aquí en Mexicali la secundaria, en la Escuela Manuel Covantes Rincón, la preparatoria Francisco Gallego Monje y la universidad en la UABC, donde estudié licenciatura en derecho. Y también estudié contabilidad técnica en la ESAC.

¿Tiene hermanos que aún viven? ¿Viven en Mexicali?

Tengo doce hermanos, y de esos viven tres aquí en Mexicali: María Fidela Flores, Luis Javier Flores y Laura Elena Flores.

¿Qué lugares le gustan de Mexicali?

Me gusta ir al Casino, Chalet, Las Campanas, La Plazita, Las Brasas, El Tecolote, el Pekín, el Dragón y el Applebees.

¿Con quién se casó y cuándo?

Me casé con Norma Jesús Romeo Flores, aquí en Mexicali, el 21 de marzo de 1978 por el civil, y el 8 de abril del mismo año por la iglesia.

¿Alguna vez ha salido en el periódico?

Unas cuatro veces, entre 1997 y 2001, porque era representante estatal. Y también salí en las graduaciones de secundaria, preparatoria y universidad en diferentes fechas.

¿Tiene hijos?

Sí, tres: Norma Yanela Flores, Claudia Elena Flores y Mónica Cecilia Flores. 

¿Cómo ganó interés en su trabajo?

Entre las carreras que podían coincidir con mi trabajo y la escuela, para que los tiempos se acomodaran, y me gustaba abogar por los demás. Si yo hubiera tenido el tiempo y dinero me hubiera gustado ser algo relacionado con la medicina.

¿Cuáles son sus hobbies?

Viajar, manejar, ver documentales (porque me gusta aprender nuevas cosas, sobre todo sobre prehistoria y animales) y leer.

¿Tiene algún recuerdo de Mexicali?

Sí, me gustaba mucho el olor de la tierra mojada. También me gustaba ir a bañarme al canal Todo Americano en el verano.

Existir por existir


Azul Aislyn Gutiérrez Mora

Existo con todo lo que esto conlleva,
pues he encontrado la belleza en la palabra “existir”.
Existo con todos los riesgos que representa,
pues algún día mi llama se ha de extinguir.

Existo por existir,
he llenado un baúl de momentos para añorar.
Existes, pero no como yo,
para dejar de vivir no hace falta dejar de respirar.

Existo por existir
y he descubierto en todo una importancia, un color,
mas he visto tus tristes ojos
a los que la ilusión los abandonó.

Y así, los que existimos por existir
viajamos a las estrellas por viajar a la estrellas,
viajamos todos, excepto tú,
que ya te has olvidado de cómo llegar hasta ellas.

sábado, 13 de agosto de 2016

La gran pérdida


Stephanie Flores Meza

Me levanté una mañana a las 10:14 a bañarme, para así poder dar un paseo por la ciudad con mi motocicleta. Era un día completamente normal. Me dolía la cabeza, así que me dirigí al cajón con todas mis pastillas y me tomé una.

Una vez que arranqué mi motocicleta, me dirigí al bulevar más cercano. El semáforo estaba en rojo y a lo lejos vi a alguien: era una chica, muy hermosa, y yo solo para llamar la atención le grité: 

—¡Fea!

Ella volteó e inmediatamente me arrepentí. Me acerqué con mi moto y le volví a decir: “¡Fea!”… A los segundos aceleró y se fue muy lejos. Alcancé a percibir que me hizo un mal gesto con su mano; en realidad, me pareció que eso no era algo correcto para una señorita como ella.

A las horas llegué a mi casa, y una vez que me acosté, mi teléfono comenzó a sonar con mi canción favorita de Arctic Monkeys. Era la llamada de mi mejor amigo desde la infancia, Alex, que me invitaba a una fiesta de su amiga. Acepté y me fui de nuevo a la calle.

Cuando llegué, me di cuenta de que la misma muchacha a la que había visto horas antes en la calle, a la cual le grité “¡Fea!”, estaba allí, así que inmediatamente me acerqué a ella. Cuando me vio me dijo:

—Babi. Ese es mi nombre.

—Hugo… no… Hache… Hache es mi nombre.

—¿Hache?

—Larga historia.

La verdad me la pasé muy bien, y creo que agradezco haberle hablado en la calle. Muchas cosas nos pasaron a los dos una vez que nos conocimos bien, y después de un tiempo comenzamos a tener una relación. Muchas de esas cosas eran buenas, la mayoría en realidad; pero hubo una cosa de la cual me arrepiento profundamente.

Todo ocurrió un día en que llamé a mi amigo Alex para invitarlo a que se uniera a las carreras callejeras de motocicletas. Él sin dudarlo aceptó. Cada uno tenía que tener a alguien consigo en la parte trasera de la motocicleta, así que él eligió a su novia, Catina.

—¿Están listos? —gritó una chica encargada de todo el evento.

—¡Listos! —gritaron emocionados los corredores.

Alex arrancó con todas sus fuerzas y sin parar trataba de llegar a la meta. Pero, por desgracia, se volcaron. La motocicleta se arrastraba por toda la calle mientras ellos estaban debajo de ella. La gente se acercó y sus caras y expresiones lo decían todo. Los dos habían muerto.

—¡Te odio! ¡Te odio! ¡Esto es tu culpa! —me dijo Babi. Catina se había vuelto una de sus mejores amigas, así que se sentía devastada, y como yo los había invitado ahora me echaba toda la responsabilidad—. ¿No vas a decir nada? ¿En serio? ¡Estoy harta de ti y de todo esto de tus motocicletas…! ¡Me voy! ¡Y que no se te ocurra buscarme!

Inmediatamente comencé a llorar como loco mientras ella se iba. ¡Le gritaba! En verdad me había enamorado y nada sería peor que perderla y dejarla ir. A mi lado había una pistola de uno de los bandoleros de la carrera. Estaba tan estresado que la agarré y me apunté a mí mismo directo a la cabeza. Me sentía cien por ciento seguro de hacerlo, cuando de repente…

¡Era un sueño…!

El viaje que nadie esperaba

Lizly Guerra Luzanilla

Salimos de la escuela rumbo a Ensenada a las 5:21 horas de la madrugada. Yo me senté en el camión con mi compañera Valeria y platicamos en el camino, junto con Jessy y otros amigos.

Al llegar al CICESE (significa: Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada) subimos a una plática con el doctor José Antonio Vidal Villegas, que está especializado en sismología. Él nos habló sobre sismos y tsunamis.

Nos explicó que una falla geológica es una fractura en una masa rocosa, a lo largo de la cual se producen desplazamientos de los bloques originales. También nos explicó cómo se forma la falla: es el resultado de esfuerzos (fuerza por unidad de área) que actúan sobre una masa rocosa; cuando se rebasa el límite elástico se produce una falla.

En un sismo hay varios puntos involucrados, que son: el homocentro, el epicentro, el sismógrafo y la superficie.

El tsunami es una serie de ondas marinas de longitud de onda extremadamente grande. La longitud de onda: amplitud de onda, profundidad del agua.

Nos platicó que hay tres tipos de onda diferentes y son las siguientes: onda p = primaria, onda s = secundaria y onda L = Love.

Después que nos dijo esto nos pidió que hiciéramos varios experimentos en nuestra casa. 

También nos hablaron sobre el programa Pelícano, que promueve y apoya la enseñanza de la ciencia desde la educación preescolar hasta el nivel de bachillerato, así como la trasmisión del conocimiento científico a la sociedad de Baja California, mediante la oferta de actividades interactivas y pláticas a niños, jóvenes y a toda la ciudadanía sobre la ciencia y a la tecnología.

Este programa está formado por estudiantes que hacen su servicio social y por tres personas que los supervisan.

El CICESE tiene departamentos como: Física Aplicada, Oceanología, laboratorios de Germoplasma, Ecocultura y Comunicaciones.

Después, del CICESE nos trasladamos al Valle de Guadalupe, donde fuimos a la vinícola L.A. Cetto. Ahí nos enseñaron los jardines y todo el proceso del vino, tanto el blanco como el tinto. Nos enseñaron dónde se guarda y embotella, y nos contaron la historia: Ángelo Cetto llegó a Tijuana en 1911 y en 1920 se formó esta vinícola. L. A. significa Luis Augusto, el nombre del actual dueño.

Al terminar el pequeño recorrido que dimos por la vinícola nos dirigimos a La Casa de Doña Lupe, donde comimos pizza tipo italiana, la cual se me hizo rica. Nos tuvimos que retirar por unos incidentes que hubo en ese lugar, como guerra de comida y que alumnos orinaron en botes de basura.

De vuelta en el camión nos detuvimos por que el otro camión se descompuso, y duramos ahí como una hora. 

El regreso se me hizo cómodo, y aunque me tomaron fotos dormida con un compañero, pues regresamos con bien y salud.

viernes, 12 de agosto de 2016

A la Naturaleza


Arturo Azael García Ramos

Verte, la vida misma me hace amar
nos ofreces rareza y diversidad
el brillar del sol, la frescura del mar
con solo verte siento felicidad.

Eres libre, eres real, eres amor
provocas fuerza, natural diversión,
para animales eres protección,
como en la mujer un gran resplandor.

Muchos te estudian alegremente
tus flores lucen abundantemente
y me tranquilizas enormemente.

Tan eterna, si siempre te cuidamos
tan pasajera, si te descuidamos
tan maravillosa, si te cultivamos.

El valor de Benedetti


Jacqueline Castro Vidal

El poema "Táctica y estrategia", de Mario Benedetti fue muy interesante de analizar. En apariencia es tan simple y sencillo, que casi parecen sólo palabras escritas sin pensar, como si alguien las dijera casualmente al hablar. Al momento de analizar cada aspecto del poema, cada verso y estrofa escrita, te das cuenta de que tiene muchísima precisión, al acomodar ciertas palabras de un modo que rimen y tengan cierto sentimiento en específico.

Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti fue un escritor y poeta. Nació en Paso de los Toros, Uruguay, el 14 de septiembre de 1920. Sus obras han sido reconocidas a través de los tiempos y el mundo. Murió el 17 de mayo del 2009 en Montevideo.

Desde el principio, el poema está escrito casi como si fuera una notita o cartita que alguien le enviaría a alguien especial de forma cotidiana; esto es, porque todo el tiempo habla de "tú". Algunas ejemplificaciones de lo mencionado son los siguientes fragmentos: "mirarte [...] quererte [...] hablarte [...] escucharte". Para mí eso muestra mucha más confianza que alguien a quien le mandarías una carta formal y le hablarías de "usted".

Mi parte favorita del poema es (en paráfrasis) que su táctica, su manera de conquistar a esa persona, es hablarle y escucharla para “construir con palabras un puente indestructible”, un lazo que siempre los mantenga unidos.

Para explicar por qué es mi parte favorita, cabe señalar que esta estrofa se refiere meramente a la comunicación entre ellos, lo cual es la cosa más importante en una relación. Además, es fácil identificarse cuando te sientes así por alguien. Cuando alguien te atrae de esa manera, buscas cualquier forma para hablarle, o que te hable y escucharlo.

"Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo, ni con qué pretexto, pero quedarme en vos". Esta cita textual del poema también me encanta. Se refiere a que él de verdad tiene la esperanza de que, quién sabe cómo, esa persona en la que se la pasa pensando se acuerde de él, aunque sea un poco.

Lo que logra Benedetti en este poema me parece fascinante, ya que detrás de palabras que pudieran parecer coincidencia hay mucho pensamiento, rima, coherencia y cohesión. Es hermosa la manera en que habla directamente hacia esa persona que le causa tanto amor, me parece muy valiente. Decirle a alguien lo que sientes y piensas todo el tiempo de él, es algo que requiere valor, y Benedetti le confiesa plenamente su táctica y estrategia.



Advertencia sobre el "fracking"


Omar André Godínez Rubio

El fracking: una amenaza a la estabilidad ambiental”, presentado por Luisa Alcalde, es un video que nos ayuda a comprender lo que es el fracking y cómo nos afecta.

Este video es muy bueno para estudiantes --ya sea como tarea o por diversión--, ya que en él se nos presenta, y explica, lo que es el fracking (una forma de obtener gases subterráneos por medio de chorros de agua), por la conductora.

También, se nos indica que esto es un gran gasto ambiental, por toda el agua usada, y se informa que varios países ya han empleado este método y lo han ilegalizado por sus efectos en el medio ambiente.

Se nos señala, por la presentadora, que el fracking es una mala idea, ya que se pierden más recursos que los que son obtenidos.

La presentadora hace uso de los recursos expresivos, como ejemplificaciones, donde menciona que algunos países han detenido el fracking. Y también hace uso de la paráfrasis, cuando se refiere a la Constitución mexicana. 

Los recursos de producción son un poco bajos en los aspectos visuales, pues en el video solo se ve a la conductora con el fondo de una oficina; auditivamente, la calidad está bien, ya que se puede escuchar con claridad para entender el mensaje del video.

La iluminación es normal: se puede ver a la presentadora y el fondo, pero se pudo mejorar. El estilo del video es profesional por el tipo de tema y como se maneja, pero a la vez un poco formal en el aspecto visual, donde solo se puede presenciar a la conductora sin elementos gráficos. 

Creo que sería importante para la población mexicana ver el video, o al menos informarse en el tema, para darse cuenta lo que está sucediendo en nuestro país. 

Referencia:
Revolución Trees Punto Cero (producción), 2014. "El fracking: una amenaza a la estabilidad ambiental", Luisa Alcalde, Revolución Tres Punto Cero,, duración: 3’24”. En: Revolución Tres Punto Cero, canal de Youtube, publicado el 3 de junio de 2014. 

jueves, 11 de agosto de 2016

En las cabañas


José Ángel Reyna Carrera

Hace once días miré a una muchacha. Era hermosa, muy hermosa. Claro, y por supuesto, me enamoré. Su nombre, por lo que alcancé a escuchar, era Susana. Ella y sus amigos supongo que venían a acampar y pasarse un buen rato en las cabañas donde vivíamos mis primos y yo.

Creo que cuando llegaron no fue mucho de su agrado el lugar, pues su aspecto es desagradable, la verdad. Aparte, lo peor fue que el clima se puso muy feo, y mejor se refugiaron. ¿Saben? Entonces nunca me imaginé que mis primos se iban a enojar tanto porque unos desconocidos entraron a sus cabañas.

Los amigos pasaron la noche ahí, hombres y mujeres separados, claro. No sé si durmieron bien el pequeño rato que estuvieron, ya que uno de mis primos quería jugarles una obra, o al menos eso pensaba yo. Dos de los tipos, que, si mal no recuerdo, se llamaban Allan y Guillermo, salieron buscando divertirse. Pero mi primo agarró a esos dos pobres muchachos y los asesinó sin dudarlo.

Supongo que todos escucharon los gritos y por eso fue que se levantaron. Miré cómo Susana y sus amigas lloraban; también las escuché gritar: "¡Daniel, Andrés, Javier, Ulises. nos queremos ir! ¡Por favor!". Otro primo mío empezó a hacer ruidos extraños, sonidos que pusieron a los muchachos con los pelos de punta y los hicieron salir corriendo.

En la cabaña solo decían: "Llama a la policía", "Tengo miedo"... Solo me di cuenta de que, cuando uno de mis primos entró y apagó las luces, todos se quedaron callados. Pensaba que a mis primos ya les había bastado con matar a dos personas, pero no: las siguientes fueron dos chicas, una llamada Alejandra y la otra Ana. A ellas no las mataron ahí, sino que se las llevaron a otro lugar.

Escuché cómo los amigos gritaban, cómo seguían llorando. Se querían largar de ese lugar. Miraba a Susana cómo abrazaba a Daniel, y me ponía celoso. 

Después de unas horas, se tranquilizaron. Mis primos ya no volvieron a hacer nada y todo estuvo muy tranquilo hasta la mañana. Cuando los muchachos despertaron, lo primero que hicieron fue agarrar todas sus cosas e irse de ese tenebroso lugar. Miré cómo se marchaban. Fue la última vez que vi a Susana.

Ahora solo miro cómo mis primos asustan a la gente que viene a acampar. ¿Pero yo qué puedo hacer? Mis primos no existen y yo tampoco existo…

miércoles, 10 de agosto de 2016

La madre de miles de hijos


Miguel Ángel Fimbres Chon 
Obra: Despedida en tiempos de paz
Autor: Rafael Romero Valcárcel
Origen: Arequipa, Perú 
La historia

En el cuento “Despedida en tiempos de paz” se narra la vida de Carmela Campos, de cómo durante la guerra formó un gran vínculo con los soldados afectados. 

Siendo una persona adulta de 43 años, “sin ninguna oportunidad de contraer matrimonio y tampoco para concebir un hijo”, logró ser madre de miles de hijos.

Al enterarse de las noticias del golpe de estado se ofreció de voluntaria en la Cruz Roja. Su único objetivo era colaborar con su patria; sin embargo, al principio le indignaba “saber que estaba atendiendo a hombres capaces de matar a sus propios vecinos”.

Una mañana identificó a un soldado que podía salvarse si lo mantenía consciente. Carmela comenzó a hacerle una pregunta tras otra, pero, en lugar de responder, éste empezó a dictarle su testamento.

Desde ese momento ella formó un vínculo con sus pacientes. Por su parte, Manuel (el primer soldado con el que platicó) sintió una sensación de bienestar, al igual que Carmela.

Los pacientes, “al sentirse escuchados y en consecuencia queridos”, llegaron a querer a Carmela como una madre y “fueron contándole sus pesares e ilusiones”. Ella no olvidó ni “los más insignificantes detalles” y menos sus nombres.


Personajes y ambiente

El personaje principal es Carmela Campos, una mujer que, a causa del poco afecto que tenía, debido a su situación, reservó su amor para los pacientes que atendía durante la guerra.

Como personajes secundarios aparecen Manuel y los soldados. Estos personajes le tienen afecto a Carmela, en particular por salvarles la vida o darles esperanza:

En cuanto al ambiente, la historia transcurre de 1936 al 2 de agosto de 1939. El lugar en donde ocurren los sucesos es España.


Lenguaje 

Se utiliza en el cuento un lenguaje formal, muy expresivo y detallado. Por ejemplo, cuando el autor describe cómo Carmela se acordaba de los soldados.

“Recordaba cada palabra de esos muchachos, cada nombre, cada apellido, cada infancia, adolescencia, miedo, alegría… cada sueño”.


Lo que más me gustó 

Sin duda, la parte que más me gustó es donde se narra la relación de los soldados con Carmela, porque me hizo recordar parte de mi niñez.

De igual forma, me gustó cómo el autor detalla con claridad cada aspecto sentimental, en particular la manera en la que Carmela anima a Manuel luego de que éste se recupera.

Reconozco que me dio tristeza cómo una mujer que visita el cementerio menciona la siguiente frase: “Si la ausencia de un hijo duele, la de miles mata”.

martes, 9 de agosto de 2016

Querido Mexicali...


Frida Alejandra Castillo Tapia 

Mexicali, con su tierra
tan fina, pero tan fría,
que con tan solo tocarla
mi alma se pone fría.

Y el sol que nos encandila,
que nos hace refugiarnos
en tan fríos y oscuros lugares.

Mexicali con tus soleadas
calles, igual que la Cuauhtémoc,
Adolfo López Mateos, o
el Centro Cívico tan bello
como el sol resplandeciente.

Entre espinitas y sueños


Escribí el texto "Entre espinitas y sueños" para recordar mi ingreso a los estudios de bachillerato, en la preparatoria Francisco J. Mújica, de Guerrero Negro, B.C.S. (1980), con el objetivo de mostrarles a mis alumnos de primer semestre en el Instituto Salvatierra cómo pueden escribir ellos un texto similar, ahora que también están iniciando su etapa preparatoriana.

Aquí, los primeros párrafos de mi texto:
Agosto de 1980. No recuerdo la fecha exacta, pero sí que fue una tarde de fines de ese mes cuando acudí a inscribirme a la preparatoria (su nombre completo era Escuela Preparatoria Federal Nocturna por Cooperación Francisco J. Mújica). En ese entonces funcionaba en aulas prestadas por la Escuela Primaria Amado Nervo; se encontraba en vísperas de estrenar sus nuevas instalaciones, en donde había sido el hospital de la empresa Exportadora de Sal durante alrededor de diez años.
La escuela se ubicaba a pocas calles de mi casa, lo que significaba otro cambio para mí, ya que al ingresar a la secundaria, en 1977, había tenido que empezar a recorrer todo Guerrero Negro, pues mi familia vivía en el extremo poniente, en la calle Álvaro Obregón, y el plantel escolar se encontraba en el extremo opuesto, casi a la entrada de pueblo. De modo que tomar clases donde había cursado de tercero a sexto grado de primaria era como volver sobre mis pasos.
Había una diferencia importante: la preparatoria abría sus puertas a partir de las cinco de la tarde (¿o de las seis? Ya no lo recuerdo bien). Ese nuevo horario representaba para mí todo un misterio. No imaginaba cómo sería tomar los recesos en plena oscuridad, o regresar a casa a las diez de la noche, cuando hasta meses antes rara vez salía a la calle después de las ocho.
El texto completo, aquí.

lunes, 8 de agosto de 2016

Cuando pienso en ti


Blanca Carolina Sandoval Acosta

El amor no es un juego
cuando pienso en ti
el amor es un sentimiento
euando va llegando a mí.

En una tarde cálida y vacía
yo te vi sonreír
por lo cual volteaste a verme a mí
con tus ojos bellos como el sol a punto de salir.

A veces pienso mucho en ti
por eso siento que te quiero
a veces pienso en mí
pero tu ser me da miedo.

El amor no es un juego
cuando pienso en tu persona
el amor es un sentimiento
cuando va de zona en zona.

domingo, 7 de agosto de 2016

Él y la noche


Valeria Sánchez Atondo

Cuando anocheció
la luna como el sol salió,
la noche fría como la nieve aparecía,
yo pensé que ahí estaría.

Él cambió
cuando la conoció,
yo cambié
cuando me decepcioné.

Si estuviera con él
todo estaría bien,
se veía engañosa
pero dijo que era hermosa.

Un viaje con varias sorpresas

Dania Cristina Ruiz León

El día 27 de febrero del año 2014 los alumnos de segundo grado de secundaria acudimos a un viaje de estudios al museo LACMA, en Los Ángeles. Partimos del Instituto Salvatierra en un largo viaje en autobús.

Durante las varias horas de camino, la diversión no faltó, ya que en compañía de amigos hubo bromas y risas. Aunque, después de unas horas, varios optaron por descansar.

Al llegar a Los Ángeles acudimos a un centro comercial llamado The Groove, para relajarnos un tiempo y comer. El lugar es enorme y abarca varias cuadras, en las que no circulan autos, y nos dijeron que podíamos recorrer las tiendas solos hasta cierta hora. “¿Así, sin más? ¿Sin que nos vigilen los profes? ¡Eso sí que es sorprendente!”, oí decir a alguien.

La primera tienda que visitamos fue una dulcería (algo muy apto para alumnos de segundo de secundaria). Era muy colorida; en el centro de la tienda, como una cascada hacia arriba, había grandísimas esculturas de paletas de colores que llegaban al techo, y había dulces de todas clases, incluso japoneses, los cuales nadie supo adivinar de qué eran.

Después de salir asombrados, pasamos por la calle principal hacia el área de comida. Ya con hambre, todos los puestos de alimentos nos parecían hermosos, y al no saber decidir, optamos por comer hot-dogs, en un área abierta con blancas mesas y verdes y altos árboles.

Al terminar nos dividimos, pero concordamos en vernos en una juguetería (algo aún más apto). Pero cuando llegamos vimos que era pequeña y estaba hecha de madera, sin más decoración que los juguetes que ahí había, así que seguimos nuestro camino.

Ya estábamos aburridos cuando llegó un compañero al que no habíamos visto en nuestro punto de reencuentro. Nos contó que había hallado accesorios geniales de un videojuego y otras cosas, pero nuestra sorpresa fue saber dónde los encontró: en una librería.

Corrimos hacia allá y vimos que era enorme y contaba con tres pisos, por los cuales podías subir por escaleras eléctricas; las paredes eran claras, mas no blancas, y en el techo se hallaba un gran tragaluz, que iluminaba todo el lugar con el claro resplandor de la tarde.

Mis compañeros subieron presurosos al tercer piso y decidieron quedarse admirando los artilugios. Pero yo, al no interesarme tanto, decidí ir en busca de algunos libros.

Al salir de ahí, satisfechos, llegamos con los demás alumnos para partir hacia el museo.
“Tomen un mapa y vayan por el lugar. ¡Los quiero aquí a las cinco en punto!”, fue lo que nos dijo un maestro antes de dispersarnos por las exposiciones del extenso y blanco museo.

Al principio no sabíamos qué hacer exactamente, pero después ya estábamos recorriendo largos pasillos con pinturas colgadas y salones blancos y altos con esculturas complejas, mientras tomábamos notas y fotos, vigilando siempre la hora.

Como terminamos pronto tuvimos tiempo de descansar en las mesas de una cafetería al aire libre.

Los autobuses arrancaron poco después de las cinco de la tarde, y ya habíamos avanzado alrededor de veinte minutos cuando nos avisaron que faltaban tres alumnos… “¡Qué grata sorpresa!”, dije irónica mientras mis amigos se reían del comentario.

Nos detuvimos en el estacionamiento de un establecimiento de comida y allí tuvimos que esperar alrededor de tres horas, hasta que los trajeron de vuelta.

Después de algunos abucheos y bromas todos cayeron dormidos de regreso a Mexicali, y aunque llegamos más tarde y más cansados, la experiencia valió la pena 

sábado, 6 de agosto de 2016

Me enamoré de él


Linda Danielle Plascencia Soto 

Ya llevábamos demasiado tiempo viviendo así: mis padres discutían, mis dos hermanos también. ¡Todos eran tan problemáticos! ¡Qué difícil era ir a la escuela, esforzarse en ella, entrenar soccer, cumplir con la familia, amigos, y un sinfín de cosas, con tantos problemas! Era demasiado estrés para una persona de quince años; pero eso se acabó.

Cuando escapé de casa les avisé a mis padres. Pero no me hicieron caso. Me dio coraje, me fui.

Llegué al parque decepcionada, cansada, furiosa. Lloré bajo los árboles hasta quedarme dormida.

Desperté… no sabía dónde estaba, pero cualquier lugar era mejor que casa. Luego… lo vi, estaba cocinando. Volteó. Me hice la dormida, disfrutando el aroma.
Se sentó junto a mí silbando una canción, mientras esperaba a que abriera mis ojos. Comenzó a acariciarme. Me asusté, pero no hice nada.

Empezamos a hablar. Se llamaba Armando. Cualquier otra persona se hubiera preocupado, hubiera huido, pero yo no.

Con el tiempo empecé a sentirme segura con él, aunque era algo grosero, pero amable a la vez; era frío, pero no lo suficiente para no ser cálida con él.

Poco después descubrí que estaba en una cabaña en medio de la nada. Todas las mañanas Armando salía hacia el lago. Lo veía marcharse desde la ventana. Temía que no volviera.

No tenía su permiso para salir de la recámara. Pero no me molestaba. Era igual que estar en casa, sola, abandonada. La mejor parte del día era cuando él regresaba y cenábamos juntos.

Un día salimos. Me vendó los ojos hasta llegar al lago, y nadamos juntos.

Cuando regresamos a la cabaña estaba rodeada de policías. Yo no sabía qué pasaba. Comenzaron los disparos. Él trató de protegerme a toda costa. Los oficiales hirieron al secuestrador que había cuidado de  mí por meses. Por lo tanto, también a mí.

Me escondí para que no me llevaran. Vi cómo lo apartaban de mi lado, herido al hospital para luego trasladarlo a la cárcel.

Después de tres meses de sufrimiento, me di cuenta de que me enamoré de él.


Mi corazón explota


Elvira Guadalupe Espinoza Dávila

Mi corazón explota...
por las sonrisas que me dabas,
las miradas que me lanzabas
y tu simpatía que deslumbraba.

Mi corazón explota
y quedan los pedazos,
tal parece que es un globo
que se estaba llenando
con ilusiones falsas.

Mi corazón explota...
porque me engañaste con otra,
yo sé que lo nuestro no te importa,
aun sea verdadero lo que llevo dentro.

Mi corazón explota
y quedan los pedazos,
¿qué hago con ellos?
Es que ya no quiero
cargar con ese peso.