martes, 9 de agosto de 2016

Entre espinitas y sueños


Escribí el texto "Entre espinitas y sueños" para recordar mi ingreso a los estudios de bachillerato, en la preparatoria Francisco J. Mújica, de Guerrero Negro, B.C.S. (1980), con el objetivo de mostrarles a mis alumnos de primer semestre en el Instituto Salvatierra cómo pueden escribir ellos un texto similar, ahora que también están iniciando su etapa preparatoriana.

Aquí, los primeros párrafos de mi texto:
Agosto de 1980. No recuerdo la fecha exacta, pero sí que fue una tarde de fines de ese mes cuando acudí a inscribirme a la preparatoria (su nombre completo era Escuela Preparatoria Federal Nocturna por Cooperación Francisco J. Mújica). En ese entonces funcionaba en aulas prestadas por la Escuela Primaria Amado Nervo; se encontraba en vísperas de estrenar sus nuevas instalaciones, en donde había sido el hospital de la empresa Exportadora de Sal durante alrededor de diez años.
La escuela se ubicaba a pocas calles de mi casa, lo que significaba otro cambio para mí, ya que al ingresar a la secundaria, en 1977, había tenido que empezar a recorrer todo Guerrero Negro, pues mi familia vivía en el extremo poniente, en la calle Álvaro Obregón, y el plantel escolar se encontraba en el extremo opuesto, casi a la entrada de pueblo. De modo que tomar clases donde había cursado de tercero a sexto grado de primaria era como volver sobre mis pasos.
Había una diferencia importante: la preparatoria abría sus puertas a partir de las cinco de la tarde (¿o de las seis? Ya no lo recuerdo bien). Ese nuevo horario representaba para mí todo un misterio. No imaginaba cómo sería tomar los recesos en plena oscuridad, o regresar a casa a las diez de la noche, cuando hasta meses antes rara vez salía a la calle después de las ocho.
El texto completo, aquí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario