viernes, 17 de febrero de 2017

Erasmo, padre y abuelo amado




Erasmo Arroyo Zamora, con sus ocho décadas de vida, sigue disfrutando como si solo fueran dos, tomando su cafecito en la mañana y comiendo por las tardes como si no hubiera límites, y yendo de diestra a siniestra para conseguirse un pay.
Ahora, para adentrarnos más en su vida, comenzaremos en el inicio de todo: 1932, año en el que nació la estrella de esta biografía. Fue el 27 de noviembre cuando Maclovia Zamora lo trajo al mundo.
Habiendo nacido en Estados Unidos (en Texas), a las pocas semanas fue traído a México (a Sonora), y a los pocos años fue abandonado por su madre, quien lo dejó con sus hermanos y su padre, Julio Sebastián.
Por carencia de dinero se vieron obligados él y sus hermanos a trabajar en las parcelas de la familia. Tres años después, en una fiesta de los amigos de su padre, conoció a María del Carmen Cardozo. Después de relacionarse por varias semanas y enamorarse, decidieron que se casarían en algún futuro.
En 1954 nació su último hermano, Lalo, y la promesa que había hecho a María del Carmen seis años atrás se volvió realidad, contrayendo matrimonio posteriormente. Meses más tarde nació su primogénita, Virginia Arroyo Cardozo, el 12 de octubre.

Se extiende el Arroyo
Dos años después de la llegada de su primera hija, nació su primer hijo varón, Gerardo; en 1958 recibió a Griselda, y en 1960 a Francisco. Posteriormente murió su padre.
Su tercer hijo nació dos años más tarde, y lo llamó como su padre, Julio Sebastián; en 1967 arribó Gustavo y en 1970 Guadalupe Omar, el último de sus descendientes.
A la edad de veinte años Virginia decidió mudarse a Mexicali, para conseguir una mejor carera. En 1973 Erasmo optó por trasladar a toda la familia a esta ciudad, buscando un mejor futuro para todos.

El Arroyo llega a la ciudad
Tres años después de la mudanza, Gerardo contrajo matrimonio con Guadalupe (Lupita), y de ellos nació su primera nieta, Aletea Arroyo Pacheco.
Cinco años más tarde su hija Griselda contrajo matrimonio con Sergio, y al año de casados se trasladaron a Tijuana.
Por los siguientes años continuaron los matrimonios de sus hijos y las partidas de la casa paterna, poco a poco: primero fue Julio, luego Francisco; después su hijo menor, Omar, y por ultimo Gustavo. Virginia, aunque es la mayor, decidió quedarse soltera.

2000
Su último nieto, Alejandro Arroyo, nació en 2002. Dos años más tarde Erasmo y María celebraron su quincuagésimo aniversario de casados.
Pasaron varios años de tranquilidad y felicidad, pero ocurrió una tragedia que aún afecta a la familia: fue 2009 cuando se le diagnosticó cáncer de garanta a Julio. Tras muchos años luchando y superando la quimioterapia, en 2013 éste perdió la pelea contra el tumor.
Ahora Erasmo dedica el tiempo a su familia, y todos los días es visitado por sus hijos y nietos.

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