Una editorial invita a niños de una
escuela del norte de Argentina y del grado de Natacha, a una sesión de chat con
uno de sus autores: el famoso José Ramírez. Este autor acaba de publicar un libro
nuevo y los niños debían leerlo para esa sesión.
Los niños van iniciando sesión en el
chat y se saludan entre sí. En medio del alboroto ocasionado por los
estudiantes, se conecta el gran conocido autor José Ramírez; pero los niños no
le prestan atención debido a las disputas que se están dando entre ellos.
Al final, cuando la mayoría de niños se
retiran de la conversación, un alumno pregunta acerca de las dudas que tenía,
pero el autor se retira del chat.
“<carlos
y aníbal los capos ingresó a sesión> Hola chicos, ¡bienvenidos todos!”.
“>las
chichas perla: ¡ESE ES EL TARADO DE JORGE QUE SE METE EN LO QUE NO LE
IMPORTA!”.
El cuento “Chat Natacha chat” es breve, de una intensidad
inexistente, tipo realista y con un final inesperado, pero decepcionante.
La estructura es lineal, cronológica.
Pienso que el narrador utiliza la tercera persona, debido a que la narración no
incluye un “yo” o “tú”, como lo son la primera y la segunda personas. Considero
que el tipo de narrador es cuasi-omnisciente: es igual que una cámara, todo lo
ve pero no lo sabe como el omnisciente.
El lector no puede sentir afecto hacia
los personajes, ya que no se describen ni se tiene un contacto
lector-personaje. La lectura no te atrapa de principio a fin y se mueve a lo
absurdo.
El lenguaje que el autor, Luis Pescetti, emplea es
confuso y no se entiende fácilmente. Sus variantes lingüísticas son
argentinismos:
Che: Se
usa al pedir o preguntar algo a una persona con la que se tiene confianza.
Capo:
Persona con influencia o poder en un grupo, en una actividad o en una zona.
Este cuento no fue de mi agrado. No le
vi ninguna gracia ni aspecto interesante. Me inclino más por las historias de
fantasía mezclada con realidad, romance y/o suspenso.